El gran crecimiento de la población mundial ha multiplicado las infraestructuras de servicios para dar respuesta a nuevas necesidades que antes quizá no podíamos ni imaginar. Estos servicios se dividen en tres categorías:

Agua y saneamiento

• Sistema de abastecimiento de agua potable.
• Sistema de alcantarillado de aguas servidas.
• Sistema de desagüe de aguas pluviales.

Energía

• La red de distribución de energía eléctrica.
• El sistema de alumbrado público.

Residuos sólidos urbanos

• Servicio de recogida de residuos urbanos.

Debido al incremento en la demanda de estos servicios y su impacto en la sociedad, economía y medio ambiente, el mercado ha comenzado a crear productos y sistemas encaminados a reducir la huella ecológica del ser humano.

A raíz de ello, estas infraestructuras han evolucionado hacia la sostenibilidad por medio del concepto Smart, creando nuevos conceptos como Smart Water, Smart Energy y Smart Waste.